lunes, 3 de octubre de 2011

Todos los días son domingo.

Después de una noche de sábado vagando por las calles, coges el autobús de turno para volver a tu casa y sientes ese pequeño orgasmo al sentarte y liberar tus pies. En ese momento te da igual si el autobús te lleva a tu casa o de excursión por Majadahonda, tu estás sentada. Te pones los cascos. Apoyas la cabeza en el cristal. Cierras los ojos. En ese momento la paz que sientes es inmensa. Al día siguiente, te despiertas con esa sensación de resaca domingo, esa sensación de "atomarporculotodo". Piensas en si existe una pastilla de color rosa que lo cure todo. Piensas en las putas ganas de seguir el show, que se reducen a 0. Que dentro del barco hay más agua que en el propio océano y se ha convertido en un submarino. Pensar en lo que antes significaban los domingos. Y ya no sabes lo que es real y lo que no. Así se pasan las horas, hasta que acaba el estúpido domingo y no has hecho absolutamente nada. Pero, ¿sabes qué es lo peor? que hace tiempo que para mi, todos los días son domingo. 

 "Lo único cierto era el peso en la boca del estómago, la sospecha física de que algo no andaba bien, de que casi nunca había andado bien"

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Nos bañamos para limpiarnos los daños y los miedos.

Quedan recuerdos de aquel momento frío y blanco. Tú casi ni te atrevías a mirarme y yo miraba el césped, siempre me ha relaja mirar el césped pero esa vez mirar el césped era lo más triste que había en el mundo, aún lo miro y me acuerdo, ya no me relaja. Y esa es otra de las cosas que me has quitado, la sensación de placidez al tumbarme en el césped, me has quitado esa inevitable sonrisa al verte, y la sensación de que todo podía ir mejor. Ahora, vuelvo a ser la que era, metida en la tormenta de arena de la que tu me sacaste. Pero si algo es cierto es que he aprendido, a que de esa tormenta de arena tengo que salir yo sola para yo sola, si quiero, volver a meterme.

domingo, 21 de agosto de 2011

"Una idea es como un virus, es resistente. Altamente contagiosa. La idea más pequeña puede crecer. Puede definirte o destruirte.
Una idea, una sola idea de la mente humana puede construir ciudades. Una idea puede transformar el mundo y reescribir las reglas."







- Estás esperando un tren; un tren que te llevará lejos, sabes dónde quieres que ese tren te lleve, pero no dónde te va a llevar; pero no te importa. Dime por qué.
- Porque estareis juntos. 

domingo, 14 de agosto de 2011

You're my cinema, I could watch you forever.

“Como a veces ocurre, en un momento dado el tiempo se detuvo y permaneció por mucho más que un momento. Y el sonido se detuvo y el movimiento paró por mucho, mucho más que un momento. Y luego el momento desapareció.”

Perdimos ese momento, como todos los demás, y lo único que me queda es tumbarme en la cama y mirar al techo embobada recordándolos. Recordar como consigues que se me acelere el corazón. Y tu acelerada respiración en mi oreja. Parecía que el tiempo no existía, pero en realidad ahí fuera pasaban mil y dos cosas. Y cuando ese momento desaparece es cuando te das cuenta de las horas que han pasado. Como siempre, recojo mis cosas con prisa y me voy.




viernes, 5 de agosto de 2011

No puedo explicarme a mí misma porqué yo no soy yo.

Hacía mucho tiempo que no era yo. Era muchas cosas, menos yo. Ayer volví a serlo. Volví a ser esa chica a la que le encanta ir a la tienda de discos a escuchar discos extravagantes y a la que un simple póster de su grupo favorito la hace la más feliz del mundo y puede tirarse toda una tarde para colocarlo en la pared de su habitación. Porque un póster no se puede colocar de cualquier manera, hay que seguir un ritual. Él también se había dado cuenta, ambos intentábamos disimularlo, pero era inevitable. De repente un día cualquiera, algo en mi mente hizo clic y todo se fue como en un desagüe. Él fue quién lo abrió. Y también él fue quién se dio cuenta de que yo volvía a ser yo. Lo noté en su sonrisa y mientras nos besábamos en aquel bar, a pesar de todo el ruido de la gente, reconocí unos acordes, como solía hacer, esa fue la señal, WELCOME TO THE JUNGLE.  

sábado, 30 de julio de 2011

Puedes mirar su piel llena de arrugas, en cada una de ellas puedes ver ilusión y decepción, éxitos y fracasos. O sus ojos llenos de sabiduría y darte cuenta de que no es consciente de ello, de que todo eso ha sido deteriorado. Ya no recuerda la primera vez que amó o la primera vez que le rompieron el corazón, la primera vez que le dijeron “estoy orgulloso de ti”, ni si quiera la última vez que le dijeron te quiero. Ha olvidado sensaciones, sentimientos, sufrimiento... puedes pensar: “tiene suerte de poder borrar todos los errores cometidos”, pero, y de que sirve no acordarte de los errores  si tampoco puedes acordarte de los éxitos, porque al final eso es lo que nos queda: recuerdos y como te sentiste en cada uno de ellos. Has sido arrojado a este mundo para vivir y eso, esas vivencias, deben permanecer contigo hasta el último segundo de tu vida. Yo vivo con ese miedo, a olvidar todo lo vivido, olvidar la primera canción que dio sentido a mi mundo o cuando alguien te hace sentir especial o simplemente el olor de la comida cuando llegabas a tu casa con esa sonrisa ingenua. Puede que sólo sean recuerdos, pero esos son los recuerdos que cuándo llegas al fondo te dan la mano para subir. Por eso pienso, pienso con todas mis fuerzas que puedo hacer para no olvidarlo.