viernes, 5 de agosto de 2011

No puedo explicarme a mí misma porqué yo no soy yo.

Hacía mucho tiempo que no era yo. Era muchas cosas, menos yo. Ayer volví a serlo. Volví a ser esa chica a la que le encanta ir a la tienda de discos a escuchar discos extravagantes y a la que un simple póster de su grupo favorito la hace la más feliz del mundo y puede tirarse toda una tarde para colocarlo en la pared de su habitación. Porque un póster no se puede colocar de cualquier manera, hay que seguir un ritual. Él también se había dado cuenta, ambos intentábamos disimularlo, pero era inevitable. De repente un día cualquiera, algo en mi mente hizo clic y todo se fue como en un desagüe. Él fue quién lo abrió. Y también él fue quién se dio cuenta de que yo volvía a ser yo. Lo noté en su sonrisa y mientras nos besábamos en aquel bar, a pesar de todo el ruido de la gente, reconocí unos acordes, como solía hacer, esa fue la señal, WELCOME TO THE JUNGLE.  

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